¿De qué manera influye la alimentación en la cirrosis?
La alimentación en el tratamiento de la cirrosis tiene un papel muy destacado para evitar que el daño que produce esta enfermedad en el hígado sea cada vez mayor.
Por otra parte, nunca se debe olvidar que La cirrosis es una enfermedad grave del hígado que puede afectar a otros órganos y que SIEMPRE debe ser tratada por un médico
PAUTAS GENERALES EN LA DIETA DE LA CIRROSIS
¿Qué no se debe comer o beber en caso de cirrosis?
- Eliminar completamente el consumo de alcohol, se incluyen las bebidas alcohólicas, alimentos con alcohol y medicamentos como las tinturas.
- Dieta baja en sal: No es necesario llevar una dieta estricta sin sal, pero sí que se recomienda eliminar de la dieta los alimentos con mucha sal ( embutidos, salazones, encurtidos, galletas, chips, precocinados, frutos secos salados, caldos de tetrabrick, pescados enlatados, salsa de soja, etc.) y en general, cocinar con poca sal.
- Es importante respetar las condiciones de higiene de los alimentos para prevenir posibles intoxicaciones (conservar siempre en nevera, lavarse siempre las manos antes de tocar alimentos, lavar en el lavaplatos porque alcanza temperaturas más elevadas de desinfección que fregando a mano, lavar bien los vegetales, no consumir granos que parezcan afectados por mala conservación,…)
¿Qué alimentos resultan recomendables para la cirrosis?
- Alimentación con abundancia de vegetales, como zanahorias, patatas, arroz, calabaza, alcachofa, lechuga,etc. Sobre todo se recomiendan las crucíferas: col, coliflor, coles de Bruselas, brócoli, rabanitos y nabos.
- Es importante consumir alimentos ricos en proteínas en cada comida, porque un déficit de estos nutrientes puede empeorar considerablemente la enfermedad. Se recomienda que proceda de agricultura ecológica ( p.ej., los huevos son una fuente de proteínas de buena calidad y relativamente económica, incluso si son ecológicos)
- Frutas: Plátano, manzana, peras, nísperos,... Las manzanas ácidas son ricas en ácido málico, que ayuda a limpiar el hígado.
- Cocciones suaves: caldos, verdura al vapor, puré de patatas, crema de verduras, verdura hervida, guisos, verdura asada, agua de arroz, compota de manzana, o manzana al horno,…
- Legumbres: garbanzos, lentejas, bien cocidas ( larga cocción),…
- El aceite más recomendado es el de oliva virgen, pero se pueden utilizar otros, siempre que no sean refinados y se extraigan sólo por procedimientos mecánicos (“primera presión en frío”). Estos aceites son los más ricos en vitamina E y polifenoles antioxidantes.
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