Las verduras contienen muchos nutrientes, como las
vitaminas, los minerales y las fibras necesarias para el correcto
funcionamiento del organismo.
Su escaso poder calórico, debido a la
práctica ausencia de grasas, y su elevado conenido en agua, permite comer cantidades elevadas sin
correr el peligro de ingerir demasiadas calorías.
Además,
en general, contienen poco sodio y mucho potasio lo que les confiere
propiedades diuréticas, necesarias para eliminar líquidos del
cuerpo.
Comiendo cantidades elevadas de estos alimentos, además de
no pasar hambre, tendremos garantías de mantenernos en buena forma y
con un aspecto
delgado.
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