Tenemos mucha sed porque el calor comienza a apretar. 36'5 ºC a la sombra y empezamos a sudar. La camisa empapada y no deja de hacer calor. Abrimos la nevera; buscamos algo fresquito con lo que apagar nuestra sed.
Allí esta la sandía, partida por la mitad, mostrando su pulpa rojiza, fresca y turgente. No podemos resistirnos. Un buen tajo de esta sandía nos va a quitar la sed.
La sandía es refrescante, muy apta para el verano. Por eso, es una fruta de esta estación. Este año vamos a empezar a comerla en primavera, porque el calor se ha adelantado.
Y, vosotros, que vivís en esta parte del mundo donde empieza a hacer frío, si tenéis la oportunidad de disponer de esta fruta, no la despreciéis porque, ademas de quitar la sed, la sandía tiene muchas otras propiedades.
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